Los problemas con enfermedades cardiovasculares aumentan durante los meses
de más frío. Esto es debido a que el frío provoca un cambio en la composición
sanguínea, aumentando la presión arterial, el colesterol y el fibrinógeno en
sangre.
Así, el frío disminuye las defensas del
organismo y reduce la capacidad de respuesta antes complicaciones. Si además
le añades otros factores de riesgos como la contaminación del aire o falta de
actividad físico, aumentan los riesgos.
Según un estudio hay un aumento del 20% en el riesgo de fallecimiento por
causas cardiovasculares que casi siempre se desencadenan con un infarto o ictus
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